La actividad aseguradora tiene unas peculiaridades propias que hacen que el funcionamiento de su mercado y la distribución de sus productos, los seguros, tengan una naturaleza diferente a cualquier otra actividad económica.
Normalmente, cuando se compra o vende algo físico el comprador recibe el bien e inmediatamentepasa a disfrutarlo. En el caso de los seguros, el comprador paga una prima a cambio de un posible servicio futuro, sin embargo, la protección ha comenzado desde el momento en que se formaliza el contrato de seguro.
La venta del seguro constituye el inicio de la relación entre el asegurado y la compañía aseguradora; ésta no sólo tiene que atender el siniestro, además, su obligación consiste en mantener informado y asesorado a su cliente en todo momento.
Claves para adquirir un seguro
Para que el seguro que se contrata sea el adecuado en función de las necesidades reales de protección, el consumidor debe valorar conjuntamente varios factores como son: las coberturas, la entidad aseguradora, otros servicios adicionales al seguro, y el precio.
Coberturas
Es lo más importante, ya que de la elección de las coberturas depende el nivel de protección de los bienes. En el mercado existen muchas opciones, incluso dentro de una misma aseguradora; por ello, es fundamental conocer bien su significado y alcance, y compararlas hasta encontrar aquellas que se adecuen a las necesidades reales de cada individuo.
La suma asegurada es un factor importante a tener en cuenta al concretar las coberturas. Es el valor económico que se asigna a los bienes asegurados, y supone además el importe máximo que la aseguradora abonaría al asegurado en caso de producirse un siniestro cubierto por la póliza.
Conocer cuáles son los riesgos o circunstancias que no cubre el seguro, también resulta una información muy relevante al contratar.