Muchas mujeres, llegado el momento de ser madres, se plantean la posibilidad de contratar un seguro de salud privado durante el embarazo. De este modo pueden contar con las coberturas y protección necesarias durante este periodo tan crucial de sus vidas, disfrutando de los servicios ofrecidos por un buen seguro médico y sin gastos extra.
En principio, no existe o no debería existir ninguna clase de exclusión o limitación para la contratación de un seguro médico privado por el mero hecho de que estés embarazada. No obstante, sí que es conveniente que, antes de firmar cualquier póliza al respecto, te informes a fondo sobre la existencia de posibles periodos de carencia relacionados con aquellos servicios médicos vinculados al embarazo y al parto.
¿Se puede hacer un seguro privado estando embarazada?
El hecho de que estés embarazada no es un impedimento para que puedas contratar un seguro privado de salud. Eso sí, debes considerar que la mayoría de las entidades aseguradoras, por no decir todas, contemplan periodos de carencia en relación a determinadas coberturas.
Muchas de ellas afectan directamente a los servicios médicos y hospitalarios que habitualmente se requieren durante el periodo de gestación, así como a la asistencia al parto y el posparto. Este es un punto esencial sobre el que deberás informarte de forma detallada a la hora de contratar tu seguro médico.
¿Cuáles son los periodos de carencia habituales al contratar seguro médico estando embarazada?
La regla general es que las aseguradoras apliquen un periodo de carencia de ocho a diez meses para el parto. Esto significa que si contratas la póliza estando embarazada de cuatro semanas o más, el parto no quedaría cubierto por el seguro. De ahí que lo realmente aconsejable sea que contrates la póliza antes de quedarte en estado.
En cuanto al seguimiento del embarazo, este exige visitas regulares al ginecólogo, ecografías, citologías y otras pruebas diagnósticas vinculadas a la gestación. En este aspecto, debes saber que existen compañías aseguradoras que cubren este tipo de consultas y pruebas básicas incluso si contratas la póliza en el segundo mes de embarazo, aunque lo habitual es que en tales casos exijan el pago de una sobreprima.
Otras entidades, en cambio, contemplan también amplios periodos de carencia para el seguimiento del embarazo, por lo que deberás informarte bien y, a la hora de rellenar el cuestionario de salud, no omitir que estás embarazada, pues ocultar dicho dato podría acarrearte problemas a la hora de acceder a los servicios de salud contratados e incluso ser motivo de rescisión de la póliza por parte de la compañía aseguradora.
Ventajas de contar con un seguro de salud estando embarazada
El hecho de disponer de un seguro de salud privado te ofrece muchas ventajas en lo que respecta a la gestación y el parto. Una para que lleve el seguimiento de tu embarazo, así como la clínica donde quieras dar a luz. Así podrás disfrutar de la comodidad de disponer de una habitación privada para ti, el bebé y tu acompañante.
Numerosos seguros privados proporcionan, además, cobertura al recién nacido durante los primeros días de vida, haciéndose cargo de cualquier problema o necesidad sin ningún coste adicional. Por estas y otras ventajas merece la pena que contrates un seguro médico para el seguimiento de tu embarazo y la asistencia al parto.
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