- Objetividad: un corredor de seguros debe ser completamente neutral y objetivo a la hora de informarte sobre cualquier seguro en el que estés interesado/a. Debe explicarte de forma clara y sin dejar llevarse por ningún tipo de condicionamiento cuál es la mejor o mejores alternativas a las que puedes optar como cliente. Es por esto que un corredor es independiente a las corredurías de seguros y siempre piensa en el bien para su cliente.
- Variedad: al trabajar con distintas aseguradoras, una correduría de seguros puede ofrecer a sus clientes distintas alternativas a nivel de productos, precios o compañías sin necesidad de que el futuro tomador tenga que desplazarse por distintas oficinas o realizar numerosas llamadas a diferentes compañías para conocer opciones.
- Negociación: frente a un particular, un corredor de seguros tiene más facilidad a la hora de negociar tanto las coberturas como el precio de un seguro de cara a la aseguradora.
- Protección: en caso de siniestro, el corredor acompaña y asesora a su cliente durante todo el proceso hasta que se cumplan todas las condiciones especificadas en el seguro. De esta manera, cualquier cliente puede estar tranquilo sabiendo que su corredor estará velando por él.
¿Conocías todos estos beneficios que podemos aportarte como corredores de seguros? ¡Ahora ya sabes porque millones de personas confían en profesionales como nosotros!