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4 mitos sobre el seguro de viaje

El seguro de viaje es caro

Viajar tranquilo no tiene precio, pero es que, además, los seguros de viaje son realmente asequibles. ¿Cuánto cuesta un seguro de viaje? Además del número de días que vayamos a estar viajando o la ubicación de los países que vayamos a visitar (España, Europa o Mundo), en su precio influyen otros factores como el número de asegurados o el tipo o motivo del viaje (ocio, deportes, estudios, crucero, etc.).

Con respecto al presupuesto del viaje, contando costes en hoteles, vuelos, bares, restaurantes y actividades turísticas o de ocio, el seguro de viaje tan sólo supone alrededor del 3,5% del gasto total. Además, si tenemos en cuenta lo que cuesta la asistencia sanitaria en algunos países, con un seguro de viaje estaremos ahorrando importantes cantidades de dinero. En definitiva, el seguro de viaje debe considerarse una inversión.

El seguro de viaje sólo sirve para grandes viajes

Según el seguro de viaje que contratemos, éste puede cubrirnos sólo por unos cuantos días o incluso los viajes que realicemos durante un año entero. Las pólizas de viaje también se adaptan a diversos destinos, ya que abarcan tanto desplazamientos en el territorio nacional como en el extranjero. Según el ámbito geográfico contratado, ésta cubrirá todos los viajes que hagamos dentro de dicho espacio, independientemente de los países que visitemos, desde que salimos de casa hasta que regresamos. Se entiende por viaje cualquier desplazamiento superior a 20 ó 25 km. de distancia de nuestro domicilio habitual (15 km. en las islas), dependiendo del seguro.

Excepcionalmente, se excluyen aquellos países que, durante el viaje, se encuentren en estado de guerra, sitio, insurrección o conflicto bélico de cualquier clase o naturaleza.

Un niño y un mayor de 65 años no pueden contratar un seguro de viaje

Aunque hay seguros que excluyen a menores de edad y mayores de 65 años, seguros de viaje que pueden ser contratados por personas de cualquier edad. Siempre recomendamos que todas las personas que viajen contraten un seguro de viaje, incluidos los menores o las personas mayores. Porque, aunque el coste del billete o la habitación de hotel para un niño pueda ser, en ocasiones, muy reducido, su riesgo de enfermar o requerir una asistencia médica son iguales o incluso mayores que las de un adulto. Sí es cierto que, según la edad del asegurado (menores de 14 y mayores de 70 años), existen algunas particularidades en las pólizas, pero sólo en el caso indemnizaciones por fallecimiento o invalidez en caso de accidente.

Las compañías de transporte ya se hacen responsables de los problemas con el vuelo o con el equipaje

¿Para qué voy a contratar un seguro de viaje si la compañía aérea tiene la obligación de indemnizarme por retrasos, cancelaciones o pérdida de equipaje? Pues bien, en el marco de la ley europea, estos derechos del viajero se aplican a todo retraso, cancelación u overbooking que nos impida embarcar y podemos ejercerlos siempre que partamos de un aeropuerto situado en la Unión Europea o lleguemos a la UE con una compañía aérea de un país comunitario o bien de Islandia, Noruega o Suiza.

Si nos deniegan el embarque por overbooking o cancelan el vuelo, tenemos derecho a reclamar el transporte a nuestro destino final o bien el reembolso del importe del billete o el regreso gratuito a nuestro punto de partida inicial.

Es posible que también tengamos derecho a comida, bebida, a llamadas y envíos de fax, a la estancia en un hotel o a una compensación económica, siempre en función de la distancia del vuelo o de la duración del retraso.

Si tenemos contratado un seguro de viaje, aunque ya hayamos reclamado a la compañía, también podemos abrir expediente con la aseguradora en el caso de cancelaciones de última hora u overbookingdel vuelo. La compañía de seguros nos reembolsará una cierta cantidad de los gastos que se produzcan (comida, bebida y hotel) durante la espera de la salida del transporte alternativo. Igualmente, si la salida del medio de transporte público se retrasa un mínimo de horas, el seguro de viaje nos reembolsa también una cierta cantidad de estos gastos adicionales.

Otras ventajas que aporta el seguro de viaje es que si el retraso del transporte, por fallo técnico u otras causas de fuerza mayor, supone que perdamos parte de los servicios contratados (excursiones, visitas, noches de hotel, comidas, etc.), la aseguradora nos reembolsará parte del importe de estos servicios no disfrutados. Además, si el retraso imposibilita coger otro medio de transporte que teníamos contratado, la aseguradora nos reembolsará los gastos adicionales del transporte alternativo para llegar al destino, así como los de alojamiento, comida y transporte derivados de la espera.

Con respecto a los problemas con el equipaje facturado, las aerolíneas deben responder con una compensación económica por los daños, pérdidas o retrasos. El seguro de viaje también incluye la indemnización por daños y pérdidas de materiales del equipaje o efectos personales en caso de pérdida total o parcial por parte del transportista o daños por incendio, agresión o robo. Además, si sufrimos un retraso en la entrega del equipaje facturado, tanto a la ida como a la vuelta, la compañía aseguradora nos pagará, según el tiempo de la demora y hasta cierta cantidad, los productos de primera necesidad que tengamos que comprar.

En caso de pérdida de equipajes en vuelo regular, la compañía aseguradora utilizará todos los medios a su alcance para localizarlos y, en caso de encontrarlos, nos los hará llegar sin coste alguno.

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