Asistir a un funeral o reflexionar sobre el propio fallecimiento suele ser la razón por la que consideramos la posibilidad de contratar un seguro de decesos, pero ¿en qué consiste realmente este tipo de seguro? A grandes rasgos, se trata de una política para el empleo futuro del fallecido, para que sus familiares y amigos no tengan que hacerse cargo de los gastos relacionados con el fallecido.
El seguro de decesos es muy popular en España y lo ofrecen compañías especializadas en este campo y otras compañías de seguros generales. Se actualiza automáticamente todos los años, y después de cierta edad (más de 60 años), las compañías de seguros no considerarán formalizarlo.
Actualmente, los costes asociados al alcance del fallecimiento se sitúan entre los 3.000 y los 4.000 euros, por lo que puede ser conveniente para nosotros asegurarnos una cifra que alcance este coste y liberar a nuestros familiares de unos costes tan elevados.
Qué cubre un seguro de decesos
A grandes rasgos, si analizamos el contenido del seguro de decesos, debemos destacar los costos que suele ocasionar el fallecimiento, y los que están dentro de su cobertura:
- Los gastos funerarios del funeral, que incluyen la posibilidad de servicios religiosos, féretros, coronas, la confesión, tumbas, lápidas, nichos…
- Traslados. Este apartado se refiere tanto al transporte del fallecido (en coche fúnebre) como al transporte del acompañante. Dependiendo de la ubicación (centro de la ciudad o del núcleo rural) , e incluso dependiendo de la región donde se ubique España, hará que el precio de este concepto sea diferente.
- Repatriación. Este servicio es especialmente necesario para las personas que viven en el extranjero o necesitan viajar con frecuencia. El costo de la repatriación de cadáveres es alto y el seguro de decesos es la solución ideal para enfrentarlos con anticipación.
Incineración. Se trata de un ritual funerario, con cada vez más simpatizantes, y sus costos también están cubiertos por el seguro funerario.
Transacciones administrativas. Son documentos de carácter legal y formal, y el responsable de la aseguradora nos los quita en momentos difíciles. Por ejemplo, nos referimos a certificados de defunción, certificados de testamento o cotizaciones a la Seguro Social.
Asistencia a nivel de gestoría. En este caso, estos documentos están relacionados con los derechos y responsabilidades relacionados con la muerte. Ejemplos de estos procedimientos incluyen asistencia por fallecimiento, pensiones para huérfanos y viudas, accidentes laborales, herencia o cambio de propiedad.
Otros servicios complementarios, como asistencia telefónica a domicilio, asistencia en viaje o asistencia docente.
Cabe señalar que toda la cobertura del seguro de decesos debe estar relacionada correcta y detalladamente con el mismo en el contrato. Sin embargo, además, si queremos saber qué constituye un seguro de decesos, debemos tener en cuenta que los familiares tienen derecho a solicitar servicios por el monto del seguro, y exigir los fondos remanentes no invertidos.